Hasta el moño de ser el accesorio de la sociedad

Hasta el moño de ser el accesorio de la sociedad

En la era de #metoo, del juicio de La Manada, de la primera marcha de la mujer en España nació mi emprendimiento con pañuelos. Estaba buscando en qué podía usar mis telas ilustradas (antes hacía mochilas con ellas) y sin pensarlo comencé a dibujar mujeres que usaban pañuelos. Y cuando empiezas a tener una idea en la cabeza, el universo te lleva por ese camino (o seguramente sea al revés). Cuando navegaba por Pinterest veía pañuelos, cuando abría una revista había una imagen de una mujer con un turbante alucinante… y mientras seguía dibujando. Hasta que un día vi una frase que dijo Audrey Hepburn que hizo que todo encajara:

‘Nunca me siento tan mujer, una hermosa mujer, como cuando uso un pañuelo de seda’

Y de pronto lo tenía: quería algo femenino, que nos representara más que a nada en este mundo donde las mujeres somos infravaloradas o hasta cosificadas en la sociedad. Quería algo que pudiera permitirme desarrollar mis dibujos en patrones porque me fascina. Quería usar color porque es de las cosas que más me gusta. Y por sobre todas las cosas, podía llevar mi pasión por el dibujo, los colores y las historias que representan mis dibujos al accesorio que más me gusta: un pañuelo!


No hay nada más femenino que un pañuelo: es un accesorio utilizado desde la antigüedad por mujeres de todos los continentes, credos y razas. Y así nació el primer pañuelo: Mujeres con Pañuelos. La primerísima versión fue en tonos rosa, aunque pronto cambió a tonos coral y se convirtió en uno de los clásicos de la colección.

La primera versión del pañuelo 'Mujeres con Pañuelos'

 

En esa versión hice mujeres sin distinguir el color de cada una, pensaba que universalizando a la mujer unificaría el mensaje de ‘todas unidas contra todo’. Pero me equivoqué. Antes del gran movimiento que estamos viviendo de #blacklivesmatter, en las comunidades de punto y costura (y ceramistas y algunos artistas) comenzaron a hablar del racismo y de la fobia que hay contra la comunidad LGTB en todos los ámbitos de nuestra sociedad.
Una de las preguntas clave que puedes responder tú mismo es: ¿Cuantas personas de color o de la comunidad LGTB sigues en Instagram o Facebook? En mi caso la respuesta fue: casi ninguno. Y esto tiene una explicación muy sencilla: ni siquiera nos damos cuenta que estamos segregando con nuestros ‘follows’ y ‘likes’ a toda este gran porcentaje de gente de nuestra comunidad. Y lo más triste es que yo comencé en estas redes sociales para ‘inspirarme’ y tener una ‘cultura más amplia’, pero lo cierto es que muchos de ellos tienen miedo de aparecer enseñando sus creaciones en fotos para no ser excluidos aún más. Y el no darte cuenta, te convierte en cómplice. Y eso duele… y mucho.
Y lo cierto es que yo he vivido esa ‘segregación’ en mi propia piel. Yo soy sudamericana (nací en Uruguay), pero ‘no lo parezco’. Me lo han dicho tantas veces, y es algo que me da mucha rabia. He vivido infinidad de veces un trato diferencial ‘por no parecerlo’. Por ejemplo, cuando no tenía pasaporte Español, viajaba con mi pasaporte uruguayo, pero en migraciones apenas lo miraban, ponían el sello de entrada y ya. Sin embargo alguien que ‘si lo parecía’ que había volado en el mismo vuelo que yo, podía estar un buen tiempo respondiendo preguntas al pasar por migraciones en Europa o EEUU. Nunca me han pedido que abriera una maleta, o si lo han hecho por rutina, apenas miraban el contenido. Y así puedo seguir enumerando la diferencia entre ‘parecer’ o ‘pertenecer’ a un grupo o a otro.
Todo esto - que hace más de un año y medio que se está debatiendo en redes - me ha hecho pensar mucho. Y si ‘las mujeres’ en general tenemos salarios más bajos, tenemos miedo a caminar solas en la oscuridad, somos las primeras en renunciar a nuestros trabajos por conciliar y ese largo etcétera que todas conocemos, si eres como yo, de las que ‘no parece’ ser sudamericana o africana o lo que sea, lo tenemos mucho más fácil de las que ‘si lo parecen’.

 

Última versión del pañuelo Mujeres con Pañuelos


Por ello, he transformado a este pañuelo - que es mi homenaje especial a las mujeres y su fortaleza - a mujeres que si pertenecen a diferentes etnias y razas. Porque creo que el feminismo tiene que empezar a visualizar a quienes de entre nosotras son más vulnerables. Y porque celebrar a la mujer tiene que incluirnos a todas, entendiendo que muchas cosas debemos cambiar para que podamos ser un ‘todas unidas y juntas’.
La última versión de este pañuelo tiene escrito la palabra 'Mujer' en diferentes idiomas. Para simbolizar esta unión. Las palabras las ha hecho Malena, mi sobrina, que a sus 13 años es ya una gran mujer.


Para concluir, te dejo un mensaje de Diana von Fürstenberg que me encanta y que resume lo que creo de las mujeres:
‘I have never met a woman who si not strong. ALL WOMEN ARE STRONG’ (‘Nunca he conocido a una mujer que no sea fuerte. TODAS LAS MUJERES SON FUERTES’).

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Sobre María Kent

¡Hola! María Kent Studio nació para transformar mis dibujos y diseños en objetos bonitos que alegren tu día.

Creo que rodearnos de cosas bonitas y llenas de color nos traen una chispa de alegría tan necesaria en nuestras vidas.

Soy defensora de la producción local para garantizar que cada elemento sea fabricado con atención y cuidado, evitando la explotación tanto de las personas como del medio ambiente. Por eso María Kent Studio es hecho en España, buscando materiales y métodos de producción sostenibles.

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